CUANDO
LA ILUSION TAMBIEN JUEGA
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Pues justo eso nos vale para
el encuentro del sábado contra el Athletic Club, final de temporada: ningún
descenso nos impedirá a la nación franjiverde disfrutar de nuestro equipo,
disfrutar del fútbol. Y para este final de photo-finish,
al menos nuestro Elche CF ha llegado con los trancos justos para intentar meter
la nariz en la misma cinta de llegada. Será un lanzamiento de moneda al aire
entre la SD Huesca y nuestro equipo (cualquier otra combinación es pura
ciencia-ficción), con todo el condimento de la presencia de José Rojo en el
banquillo altoaragonés. Para el burgalés se cierra un círculo que él mismo
comenzó y tengo la impresión que, pase lo que pase, una parte de su corazón
emite sangre verde y blanca. El acontecer de sucesos repetitivos en deporte dimana
jugarretas de incomprensible tenor en muchas ocasiones. Esta es una.
Y este fin de sesión
obligatoriamente nos lleva a recordar aquel de 1976, en el que estábamos ante
un panorama bastante similar al actual y el último partido, también ante el
conjunto de Bilbao, nos hizo conquistar una permanencia heroica. Yo era muy
jovencito, pero lo recuerdo perfectamente, pues era el último año de Altabix.
Marcel Domingo era el técnico ilicitano en aquel envite. Al acabar el
entrenamiento de ese jueves, el francés, que era un tipo muy astuto, se mezcló
entre los aficionados que estábamos en la grada y alguien le dijo ‘Messié, hay que ganar, porque no nos
gustaría estrenar el nuevo campo en 2ª’ ‘No os preocupéis’, contestó socarrón
Marcel. Ese espíritu de confianza máxima es el que hay que recuperar para este
apocalíptico sábado.
Confianza e ilusión. Todos
sabemos que la vida no tiene sentido si no se generan ilusiones. Y la de la
entera ciudad de Elche para este sábado es enorme. Porque somos una fanaticada muy
acostumbrada al sufrimiento y al escaso éxito podemos afirmar sin complejos que
la falta de noticias felices siempre la hemos suplido con una irreductible
ilusión. Y eso mismo desprende una energía que espero que los futbolistas y los
miembros del cuerpo técnico sepan percibir y, sobre todo, comprender.
Uno que estoy seguro que
comprende es Fran Escribá, al que le toca vestirse de Marcel Domingo este
sábado. Escribá es una persona que siente el timbre del Aromas ilicitanos en todas sus notas, en toda su fuerza. Y, por
ello mismo, hay que transmitirle que la responsabilidad es alta, pero el valor
de la recompensa es mayor aún. Y, seamos justos, es preciso quitar presión.
Nadie ni nada, tal como decíamos al principio, nos impedirá disfrutar de nuestro
escudo, ese escudo que besó con tanta emoción Fidel Chaves el sábado pasado en
Cádiz. Se consiga el objetivo o no. Es muy importante que se sepa que no habrá
ningún reproche para nadie. Y bien se sabe que desde estas páginas se es muy
crítico con el equipo, empezando por el propio entrenador. Pero las críticas
empiezan y acaban mientras rueda el balón.
Y, hablando de Fidel, no
podemos obviar que esta es la hora de los veteranos, incluso más que la del
entrenador. Esta es una tarde de sábado de futbolistas y son ellos los que
deben hacerse oír. Empezando por Nino, que estoy seguro será la voz cantante en
el vestuario. Las consignas deben emanar de la de total entrega. Ya no hay
punto de reserva. Ya no hay momento de pausa. Este es el instante definitivo y es
el partido que decide muchos futuros.
Porque si se juega con la
determinación con la que se hizo la segunda parte del Carranza, las únicas
pausas que veremos serán las de celebrar goles. Y, no hace falta decirlo, es un
partido para valientes. Para saber jugar al ataque sin tregua alguna. Desde el
primer minuto. Esa valentía se escudará precisamente en el ansia, la voluntad,
de ganar. Ya sabemos: ganar y esperar.
En un partido en que no solo jugarán los miembros de la actual plantilla. Sino también, como se ha dicho alguna vez, jugarán los espíritus de Romero, Iborra, Vavá, Marcial, Asensi, Lico, Trobbiani, Voglino, Rubén Cano....todos aquellos que hicieron a este equipo grande. Jugarán, por tantas cosas, 98 años de Historia.
Y el Valencia?? Voro González
es un hombre aparentemente inteligente y sabe que para cualquier cosa, no será
lo mismo ganar 3 de 4 que sólo 2 de esos 4. Realmente no les estamos pidiendo
ningún favor. Tan solo que vayan a Huesca con hambre de triunfo, que es
simplemente su pura obligación. En esto no puedo dejar de pensar en aquel penalti
que José Luis González le paró a Djukic en el desenlace de la liga del 94. La
obligación es jugar a ganar. Siempre. No tengo duda de los valencianos.
Así entonces, es justo
reafirmar que los 5.000 aficionados que estén de nuevo en las gradas del Martínez
Valero, más de un año después, tendrán el valor de 20 veces más. Porque detrás
de esos que pueblen las butacas del estadio está la ilusión de toda la ciudad,
quizá más. Y esa ilusión es muy posible que también anote algún gol. Esperemos
que sea el que nos de la permanencia. Pero si no es así…. Que nada nos impida
disfrutar de nuestro equipo
José Pastor
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