OTRO
LADRILLO EN EL MURO
-------------------------------------------------------------
Porque la primera parte no
invitaba precisamente al optimismo. Lo único que quedaba claro es que el Sevilla
de suplentes no resultaba tan fiero como se podía suponer. Cierto es que
buscaban algo más de verticalidad, pero con demasiada lentitud y muy romo cerca
del área. Quizá eso fue lo que hizo ver a los ilicitanos que se podía acelerar
las acciones.
Porque hay algo que hoy se ha
visto demasiado elocuentemente: en el Elche CF hay cuatro jugadores (o cuatro
posiciones, como se quiera ver) que son agujeros negros y no rascan bola, como
se suele decir. Los dos centrocampistas, Guti y Marcone más los dos delanteros,
Boyé y Carrillo. Porque estos cuatro jugadores solo tienen la pelota si por
casualidad les cae o la pueden robar, que son pocas veces. Como que no hay circuitos
automatizados en la estructura de equipo, de juego, pues no hay posibilidad
ninguna de distribuir o filtrar balones.
El caso de Ivan Marcone
empieza a pedir una atención especial. Hay que buscarle su auténtico rol en la
cancha. Es un jugador solvente y de calidad, pero cada vez está más perdido. Y
el Elche necesita a Marcone. Es urgente y necesario hablar con él y recuperarle
rápidamente.
Pero la segunda parte del
Elche sinceramente ilusiona. Vimos a muchos futbolistas quitarse la camisa de
fuerza que parece que les ata y empezar a generar fútbol. Porque también vemos
un hecho evidente y es que cuando mejor se ataca, mejor se defiende, puesto que
el que tiene que organizarse en ese entonces es el equipo rival, que además hoy
concedía espacios suficientes donde buscar el pase.
El primer gol reivindica a dos
futbolistas que son Fidel Chaves y Raul Guti. El maño quizá ha vivido el mejor
partido con la camiseta franjiverde y el onubense necesitaba una jugada como
esa para volver a sintonizar al Fidel de antes de la lesión. Más Guido
Carrillo, cuya continuidad le puede dar la fuerza que necesita para mostrar su
calidad. Esas buenas señales a nivel individual son estupendas noticias que
desde luego pueden ayudar a subir la confianza que el equipo necesita. Ya hemos
dicho en estas páginas que si el Elche puede conseguir la salvación debe ser a
base de liberarse de ataduras y tensiones que les lleve a jugar el verdadero fútbol que
lleva dentro.
Escribá tuvo la tentación de
tirar al equipo atrás, pero estaba claro que se conseguía más luchando con una
presión alta que esperando al Sevilla. Lo mejor que nos encontramos ahora es
que el entrenador sí sabe leer los partidos, cosa que no se pudo comprobar en
la etapa de Almirón. Yendo a por el partido los réditos son mucho mayores que
esperando a no cometer errores, que fatalmente se acaban cometiendo. Si el
mensaje es que se puede sobrevivir siendo unos mismos, encontrando la mejor
versión de cada uno, se puede conseguir el objetivo.
No es más que un pasito, otro
ladrillo en ese muro contra la desgracia, que está costando tanto construir
esta temporada. Y lo más importante posiblemente es que se recuperan las sensaciones que se tenían en octubre pasado cuando las cosas funcionaban mucho mejor. El día que el Elche CF anuncia la llegada de Pablo Piatti, que
puede ser un interesante complemento al juego de ataque del equipo. Todos,
absolutamente todos, serán importantes en esta misión tan complicada de
permanecer en la élite.
JP
Comentarios
Publicar un comentario