LA VIDA SIGUE IGUAL

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 Como la canción de Julio Iglesias, muchas cosas parecían cambiar, o al menos estar en vías de cambio, pero nada de eso. El efecto gaseosa de la llegada del nuevo técnico solo duró el partido contra el Eibar. Se podrá decir que no hubo nada de suerte en el último remate de Dani Calvo, pero es que estos del Granada siguen con la tónica de la última década: con bastante poco nos ganan. Lo malo es que, hoy más que nunca los puntos eran bien necesarios, porque el calendario que viene no invita precisamente al optimismo.



Podríamos acabar cualquier tipo de especulación táctica del amigo Fran Escribá con la máxima ‘patá i p’a avant’, típico de patio de colegio. Es muy fácil: como que el Elche CF es inútil absolutamente para combinar tranquilamente y crear juego, pues nos ahorramos el trámite y balón a cualquier parte. Eso resumiría   fácilmente todo el entramado de la estructura del equipo. Lo puede hacer cualquiera y no cobraría salario ninguno. Pero Escribá cobra por dirigir tácticamente a esta entidad.

Como venimos hablando todo el curso, la falta de un orden en el centro del campo penaliza con mucha gravedad el decurso de cualquier partido. Si a esto se le añaden las miserias defensivas habituales, que no fallan nunca su presencia, pues se cae en el fiasco total. Qué pensaban Marcone y Verdú cuando han dejado tanto espacio a Quina en el primer gol? Qué pensaba Barragán (que estaba mejorando antiguas prestaciones) para dejarse coger la espalda, por enésima vez, por Puertas?



 El resultado es otra actuación decepcionante y puntos que se quedan en el camino. Con algún momento patético en el final de partido, más allá del desafortunado remate que salva el portero nazarí. Y es cierto que parece que el Elche CF lleva una velocidad más de lo que pasaba con Almirón, pero eso no es suficiente.

Señores, sin crear futbol, no se ganan partidos. Parece algo obvio, pero ya llevamos dos entrenadores que parece que no lo ven.

Tema aparte es lo que ocurre con la forma física del equipo, que se materializa en las continuas lesiones musculares. Lo ocurrido hoy con Rigoni es el máximum. Alguien debería dar alguna explicación.



Hoy era una fecha especial que presumía algo especial. El técnico intenta sacar notas positivas de la derrota. Me parece correcto.

Pero mejor sería que pensara cómo hacer mejor fútbol para poder conseguir más triunfos. Gánese el sueldo, señor Escribá. Plantee cambios en todo. A grandes males, grandes soluciones. Las que sean.

Vaya desastre de campaña.


JP

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