NOTAS
FINALES
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Lo que sí es necesario apresurarse a decir es que este equipo ha jugado muy poco fútbol a lo largo de esta temporada. A mi entender, Jorge Almirón estuvo confundido todo el tiempo y se le vio poca determinación en cada momento. Además, no supo aprovechar el buen inicio que, en vez de calma generó ansiedad. Con Fran Escribá no mejoró mucho el juego, pero sí el orden. Su exceso de prevención defensiva perjudicó al equipo muchas veces. Pero quedará como el artífice de la salvación.
Los técnicos no ayudaron en demasía a sus futbolistas y éstos tampoco hicieron lo propio con sus técnicos.
Vamos con la evaluación
individual de cada jugador que actuó en liga.
Edgar
Badía. Sobresaliente. A pesar de ceder la titularidad en el tramo
final, no podemos ignorar la soberbia temporada del guardameta catalán. Durante
la primera vuelta fue quien salvó el marcador más de una vez. Su pifia en
Huesca y los continuos rumores de traspaso no le ayudaron en la fase final. No
obstante, un trabajo soberbio y muy honrado.
Paul
Gazzaniga. Aprobado. Titular los últimos partidos de curso por
decisión del entrenador, el guardaredes argentino estuvo correcto. No cometió
errores graves y tuvo alguna parada de mérito. Volverá al Tottenham tras su
cesión.
Antonio
Barragán. Aprobado. El veterano lateral gallego hizo una campaña
irregular con la camiseta franjiverde. Sembró muchas dudas en la parte inicial
de la competición, pero logró enderezar algo el rumbo en el tramo final. Apenas
se le vio en ataque. Con todo, demostró oficio en muchos partidos.
Gonzalo
Verdú. Aprobado. Año complicado para el cartagenero que además
acabó con lesión. Más que correcto en la primera vuelta, fue complicándose su rendimiento
conforme avanzaban las jornadas. Por momentos, sostuvo la línea defensiva del
equipo; sin embargo, hubo muchos partidos en que su lentitud fue una rémora.
Dani
Calvo. Aprobado. Al contrario que su colega Verdú, el
rendimiento del oscense fue de menos a más, sobre todo a partir de la llegada
de Escribá que le sacó de su ostracismo. Se le notó en más de un partido su
bisoñez en la máxima categoría, pero, con mucho derroche físico, consiguió
cierta fiabilidad al paso de los partidos.
Josema
Sánchez. Suspenso. Roza el aprobado, puesto que Josema fue un
apagafuegos en una defensa en que tuvo que actuar de lateral muchas veces, sin
serlo. Valga esto como disculpa. Nada que reprochar en su entrega.
Diego
González. Suspenso. El chiclanero no justificó su fichaje. Estuvo
muy perdido en las marcas y lejos de brillar en la salida de balón. Esto no
obstante, en algunos momentos demostró condiciones. Papel gris en definitiva.
Johan
Mojica. Aprobado. La llegada del colombiano pareció en principio
solucionar las carencias del equipo por banda izquierda. Sin embargo, su
rutilante rol de inicio fue ensombreciéndose poco a poco. Sobre todo en la
parte defensiva, donde dejó huecos indeseables en más de una ocasión.
Miguel
Angel Cifuentes. Suspenso. Se le trajo como parche y como tal
ha sido utilizado. Quizá por eso deberíamos concederle el aprobado. Pero los
ratos que estuvo sobre el terreno no dio las coberturas adecuadas. Siempre
pareció muy limitado técnicamente.
Helibelton
Palacios. Aprobado. Como su compatriota Mojica fue de más a menos.
Su aparición fue como un trueno, pero cuando se vio más exigido en defensa no
estuvo tan brillante. Teniendo en cuenta las circunstancias de su llegada quizá
podríamos decir que salvó la papeleta.
Iván
Marcone. Suspenso. Para mí, una de las grandes decepciones de
la temporada. El ex de Boca vino
destinado a ser el nudo de transmisión del técnico en la cancha y el sostén del
aparato defensivo. Y no empezó mal, pero sea por la táctica del equipo sea
porque la dinámica no era la adecuada, no tuvo nunca la consistencia precisa.
Incluso acabó cediendo la titularidad. Sirva en su descargo que estuvo
demasiado solo para desempeñar bien su auténtico rol. Confío que el próximo año
sepa mostrar el gran jugador que se le supone.
Raúl
Guti. Aprobado. Luces y sombras en el debut del joven jugador
aragonés en la 1ª división. Quizá le pesó el hecho de ser el fichaje más caro
de la Historia del Elche CF. Irregular en sus prestaciones, en demasiadas
ocasiones se le vio perdido, tanto en labores defensivas como atacantes. Con
Escribá mejoró actuaciones y pareció más centrado, haciendo aparecer su
calidad. Clara esperanza de futuro.
Omenuke
Mfulu. Suspenso. Nadie le puede negar su entrega y derroche de
fuerza, pero solo con eso no es suficiente para jugar en la máxima categoría.
Escaso en la distribución de juego y poco fiable en el pase. Mejoró al final.
Luismi
Sánchez. Suspenso. Opaco nivel el del gaditano en labores de
cobertura, sin tiempo siquiera para saber cuál era su sitio en la estrategia del equipo. Ocupó papel de fondo de armario y los pocos ratos en los que se le vio
no estuvo demasiado fino.
Josan
Ferrández. Aprobado. Y muy raspado ese aprobado. De más a menos a
lo largo del curso. Empezó muy eléctrico percutiendo por su banda y con acierto
cara al gol. Conforme avanzaron los partidos se le vio mucho más apagado, sin
desborde y perdiendo muchos balones fáciles. No se le hizo ningún favor al
utilizarlo como defensa-carrilero. Su primera vuelta le salva.
Fidel
Chaves. Sobresaliente. Excelente campaña la del onubense en su
retorno a la máxima categoría. Bien en defensa y muy bien en ataque, donde
muchas veces tomó la manija del equipo. Demostró personalidad y su balón parado
fue notable. Tuvo un bajón tras su lesión en Bilbao, pero se recuperó a tiempo
para recobrar sensaciones. La verdad es que la experiencia le está sentando muy
bien y hubiera sido muy injusto que ese penalti fallado frente al campeón le hubiera
pesado.
Víctor
Rodríguez. Sin calificar. Escasa presencia del catalán tanto con
Almirón como con Escribá. Por muchos momentos fue muy añorado por la afición. Sin
embargo, tampoco le dio tiempo a demostrar mucho entrando siempre con los
partidos decididos.
Pablo
Piatti. Aprobado. Solo estuvo en la última fase de competición,
pero lo que se le utilizó no defraudó. Es un jugador con clase y experiencia.
No sobran de estos en la actual plantilla.
José
Antonio Morente. Suspenso. También, como muchos otros, de más a
menos. A este jugador sí se le notó, en muchos partidos, la falta de
experiencia. Basa todo su fútbol en su potencial calidad individual, pero se necesitan
más atributos para estar dentro del máximo nivel.
Emiliano
Rigoni. Suspenso. Otra de las grandes decepciones de la
temporada en un jugador llamado a marcar diferencias en ataque. Su único
partido bueno fue en Buñol. Señalado por el técnico y blanco fácil de la prensa
deportiva local, que se ensañó injustamente con él. Siempre nos quedaremos con
la duda de saber si hubiera estado a otro nivel con mejor continuidad y menos
lesiones. Y, sobre todo, mejor utilizado.
Lucas
Boyé. Notable. Calló muchas bocas el argentino
(principalmente a la hinchada del Celta) con su buena temporada. Papel ingrato el
de perseguir balones altos en solitario, enfrentado a todas las defensas
rivales. A veces se perdió buscando imposibles soluciones individuales. Pero da
la impresión que el club ha hecho bien ejecutando su opción de fichaje. Por méritos propios podríamos decir que se ha convertido en estandarte de gran parte de la afición.
Guido
Carrillo. Aprobado. Somos generosos en la calificación pues, con
tantas lesiones impidiendo su normal rendimiento, los pocos ratos en que pudo
jugar, se le apreció una consistente calidad. Sin embargo, en realidad no es
que tengamos una base para su valoración real este año.
Nino.
Sin calificar. Como en el caso de Víctor, estuvo muy añorado
durante la temporada. Pero, en definitiva, muy pocos minutos. Su nombre y su
leyenda están por encima de todo.
Pere
Milla. Aprobado. Aquí, como hicimos con Guido Carrillo, hemos
tirado de la generosidad para su valoración. Pere Milla es lo que es y
representa lo que representa. Le sostiene su entrega y lucha constantes. Sin
embargo, recordamos que esas virtudes no son suficientes por sí solas para transitar
en el mejor nivel del fútbol profesional.
Los
canteranos. Escasos minutos para John
Chetauya y Jony Alamo.
Correctos.
Los
que se fueron a mitad. Diego
Rodríguez: solo Copa, poco que podamos decir. Juan Sánchez Miño: no estuvo en Elche, realmente. Yo pensaba que
por su nivel y trayectoria sería básico en este Elche CF. No le vimos nunca
concentrado, tenía la cabeza en otro lugar. Youssouf Koné: uno de los casos más extraños vistos últimamente. Un
futbolista con buenas condiciones al que no sabremos nunca qué le ocurrió. Jeison Lucumí: fuera de sitio, una
llegada equivocada a todas luces.
JP
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