HERIDAS INCISOCONTUSAS

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 Eso es lo que ha sacado el Elche CF esta tarde-noche en el estadio Reale Arena de Donosti. Golpes y heridas abiertas. Como en una mala reyerta de extrarradio. Derrota prevista y previsible, marcada quizá por la expulsión en el minuto 10 de Raúl Guti. Jugada que engrosa la lista de agravios arbitrales de nuestro equipo esta temporada. Todo se está complicando en demasía para los intereses ilicitanos que afrontan las últimas yardas de la temporada con el tranco cambiado y sobre todo agotado.



Cordero Vega es un mal árbitro y el que tenía el mando de la tele hoy, Figueroa Vázquez, peor aún y con muy pocas simpatías para con los ilicitanos. Nunca jamás esa jugada de Guti era expulsión. Es más, para mí, es falta al jugador aragonés. Pero la R. Sociedad es un equipo que va a favor de obra. Los árbitros le compran todas las quejas, todas las caídas y piensan que son ‘su’ simpático equipo. Y es así, es un grupo que juega bien, con la mayoría de jugadores jóvenes y guapos y que además se desenvuelven con esa confianza (como otros equipos) de saber que el cuerpo arbitral siempre va a estar de su parte. Qué distinto de la época en que embarraban el mítico Atocha para sacar ventaja del antifútbol que durante décadas tenían como estandarte.



Pero no caigamos en el victimismo fácil. A Fran Escribá, durante 70 minutos, tener un hombre menos le facilitaba el trabajo. Le eximía, teóricamente, de tener la obligación de crear fútbol. Y no nos engañemos, de nuevo el plan de nuestro técnico era esperar. Aguantar y confiar que a lo largo de los 90 minutos se tendrá alguna oportunidad de hacer daño. Como el otro día frente al líder. Pero ese plan, a los hechos me remito, no tiene ningún resultado positivo. En los últimos 20 minutos, cuando era preciso acercarse al área rival, todas las carencias se hicieron presentes. En definitiva, para volver a perder.

Porque el partido de esta noche fue casi una repetición casi milimétrica del partido inaugural de la temporada en Elche en la primera vuelta. Se les aguantó la primera mitad, pero luego nos hacen goles. Esta vez, una vez más, con un córner mal defendido. Las heridas incisocontusas habituales. Lo que me parece más destacable es que el sueco Alexander Isak en los dos partidos que ha tenido contra el Elche esta temporada, se haya ido con 0 goles. Cuando la cantidad de ocasiones que ha tenido ha sido de escándalo. Lo verdaderamente lamentable de este Elche es la facilidad con la que concede ocasiones a un equipo como el donostiarra. Que les ha llegado muy fácil y muy seguido.



Aguantar y esperar no es ningún negocio. A estas alturas hay que salir a por los partidos. A proponer., a querer tener el balón y no solo jugarlo atrás. Pero claro, no se ha hecho nunca en todo el año. No era imaginable que ahora cambiaran los términos. Deberían. Pero Escribá sigue pensando que queda tiempo.

Pues realmente no queda. Independientemente de los resultados que se puedan dar este fin de semana, incluso suponiendo que se obtuvieran los 9 puntos todavía en juego, no sabemos si siquiera eso será suficiente para conseguir el objetivo.



En resumen, el Elche absolutamente apaleado y lleno de heridas en una UVI más que repleta de cables y goteros. La perspectiva no es halagüeña ni parecido. Y ahora quizá lo importante no es hablar de fútbol sino de algo más supraterrenal. Siguen las malas noticias para este club y habrá que comprar mucha paciencia en donde demonios la vendan. Esta es la situación y no otra diferente.

JP

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