WIN OR
GO HOME
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Estos días se está disputando
la final four de la liga universitaria americana de baloncesto. Un torneo que
se disputa a eliminatoria directa sin más, en lo que allí se conoce como ‘March
madness’ (la locura de marzo). La filosofía es tan simple como el juego
deportivo, en una frase que actúa como lema: ‘Win or go home’, literalmente
‘gana o vete a casa’. En esta época de tiempos decisivos, ese es el paisaje de
fondo que debe servir al Elche CF para su supervivencia en la división de honor
española.
Lo que ocurre con la
particular filosofía del Elche es que se traduce por ‘no pierdas o vete a casa’.
En los tiempos en que la victoria valía solo dos puntos, los empates eran,
según contra quién, valiosos tesoros que tenían muchas veces un peso totalmente
aurífico. Pero, en la actual puntuación, los empates son como los parientes
pobres de los resultados. Pero esta temporada, este Elche ha decidido, no sé
por qué motivos, jugar sólo partidos de 70 minutos. Los últimos 20/25 se
dedican solo a aguantar, y no solo hoy.
En un partido que tuvo varias
fases, como siempre ocurre. La primera media hora fue un monólogo de los
hispalenses. El trío Canales-Fekir-Carvalho jugaba a placer. Desde luego el
cántabro Sergio Canales ha tenido en los dos
partidos contra el Elche los 180 minutos más plácidos de toda la temporada.
Nadie en el centro del campo se hacía cargo de un marcaje lo suficientemente
plausible como para que no pudieran generar todo el juego que quisieron. Y es
lógico. Marcone demasiado atrás y Guti demasiado perdido salen detrás del
jugador cuando éste ya ha conseguido ventaja y se ha creado el espacio para
poder atacar. Entre medias otro penalti en contra innecesario y evitable.
Incluso mi opinión es que antes es falta de Emerson a Mojica. Pero lo peor es
que en esa jugada hay varios jugadores rivales que tocan la pelota varias veces
dentro del área. Y Gonzalo Verdú sigue con su primavera tonta. Una pena.
El gol de Pere Milla cambió
bastante el panorama. Y a partir de ahí, los jugadores del Elche buscaron triangulaciones, convenciéndose a sí
mismos de que por ese camino no solo se podía pensar en situaciones más favorables
de ataque, sino que además, eso implica directamente que la defensa está mucho
menos agobiada. Sea como fuere, duele muchísimo comprobar cómo de fácil se
producen agujeros notables en la zaga ilicitana. Que provienen no solo de la propia defensa, sino que vienen también desde la línea de contención que, como hemos
dicho antes, no existe de ninguna forma.
Aunque si algo positivo hemos
de señalar en la nueva época Escribá es que el equipo ya es mucho menos lento
que con Almirón. La presencia de Palacios y Mojica en las bandas es buena
muestra de ello. El Elche quizá siga siendo bastante previsible en sus
movimientos, pero al menos ya no los telegrafía. Por ahí se debe continuar el
trabajo y la lucha.
Pero el Elche CF acaba mal los partidos. Teóricamente es la mala forma física del equipo. Pero es solo eso? Yo veo algo de falta de ambición. O directamente miedo a perder. Eso es muy mala cosa. Porque los resultados son los contrarios a lo que se busca con ese poco arriesgar. Dos puntos sobre los últimos 12. Ese miedo hace que los jugadores se suelten muy poco en los tramos finales. Pero miren: pérdida de partido en Madrid en el descuento; penalti salvado por Badía en Getafe y hoy la ocasión marrada por los béticos en el último minuto. Es importante hablar sobre esto. No entro en si empatar nos va a dar la permanencia. Lo que sí sé es que intentar ganar es mejor que intentar aguantar un resultado.
En definitiva, la sensación es
agridulce, como tantas veces. La tabla clasificatoria nos dice que todavía estamos vivos y mejor
que otros tres equipos. Solo tres. Pero esto de ‘empata o go home’ es solo una
verdad a medias y es un escenario que maneja el equipo franjiverde ahora y que
realmente es extremadamente peligroso. Solo desear que la buena idea de jugar
mediante combinaciones dure más allá de tres cuartos de partido.
RV
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