RIGONI

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Tras el empate de última hora en el partido contra el R. Valladolid, parece que es unánime el clamor de la afición contra el jugador del Elche CF Emiliano Rigoni. Las dos acciones que todo el mundo identifica como determinantes en las que interviene el extremo argentino realmente son muy desafortunadas. Además,  viniendo de una campaña en conjunto no demasiado feliz para él, se ha convertido en una especie de futbolista-diana en el que ensartar toda la ira del aficionado blanquiverde.

Pero también hay mucho de campaña mediática en esto. No entro en las valoraciones futbolísticas, que seguramente serían muy diversas. No quito ni un gramo de razón a ningún aficionado. Tienen, tenemos, motivos de sobra para exorcizar a Emiliano Rigoni. Nunca hay que olvidar que la afición es soberana sobre todas las cosas. Pero no estaría de más matizar un poco todo esto.



Sé que mi opinión va a estar muy enfrentada a la de la mayoría. Insisto: no estoy para nada entrando en discusión sobre criterios deportivos específicos. Tiempo habrá finalizada la temporada de hacer balance y depurar responsabilidades individuales. Que me temo será un trabajo bien penoso para todos.

Pero no me parece nada oportuno todo este proceso realmente inquisitorio contra un jugador perteneciente a la plantilla del primer equipo. Sea Emi Rigoni sea quien sea. En las últimas 24 horas he escuchado frases muy poco edificantes en este final de temporada en el que, de una forma u otra, todavía seguimos vivos. Es más a los improperios tipo ‘no debe volver a entrar en el vestuario’, ‘que no se le ocurra volver a pisar la ciudad’, ‘que se vaya ya a Argentina’….cosas de este calado, se le unen otros de tipo personal: ‘sale solo a lucir sus tatuajes’, ‘guapito de cara’, ‘es un pichafría que se lo lleva calentito’, ‘juega andando’ etc., etc. Las alusiones personales son injustificables. Por mucho enojo que exista.



Me cuesta recordar una campaña de tanta violencia verbal contra un jugador de nuestro equipo. En 1ª División habría que remontarse hasta los tiempos de Altabix para situar la continua diatriba que persiguió al malogrado Juan Pastor, tras aquel fallido mano a mano arrancando solo desde el centro del campo en derrota frente al Hércules de Alicante. Juan nunca superó aquello y su gran capacidad técnica solo la pudo desarrollar precisamente con el conjunto herculano. Un ilicitano que no pudo ser profeta en su tierra. Muy típico.

De verdad, nada oportuno ni adecuado todo esto. Hay medios locales que atribuyen todo a la falta de testosterona, algo que suele hacer poso en los aficionados siempre. Es el caldo de cultivo fácil para un linchamiento popular.  Porque, aunque sea cierto que Rigoni haya pecado de algo, poco o mucho de indolencia, no me parece ni de lejos el único culpable de la pobre situación clasificatoria de nuestro equipo. Hay otros factores y otros nombres que tienen mayor, mucho mayor cuota de culpabilidad.



Comenzando por el mismo Fran Escribá. Para empezar, no defiende a sus futbolistas, cosa que representa una regla de oro en el manual del buen entrenador de un equipo de fútbol. Es más, en las dos últimas ruedas de prensa se ha dedicado a señalar a sus jugadores. No es la mejor idea para gestionar un grupo que en cuatro semanas debe jugarse el ser o no ser en la categoría. No me escondo: hace pocos días escribí manifestando mi apoyo incondicional al entrenador y a los jugadores. Tras lo visto en los dos últimos partidos, a Escribá se le ha acabado el crédito. Incluso yo no vería mal un cambio express, siempre en aras de conseguir una recuperación fulminante de los miembros de la plantilla. Tampoco es que lo proponga. Todo es complicado ahora en el Elche. Pese a todos los pesares y haciendo un enorme acto de fe, soy de los que opina que Escribá podría y, sobre todo, debería, enderezar el rumbo.

Pero le hago a él máximo responsable de la pésima dinámica que el equipo lleva desde hace tiempo. Es muy poco inteligente cargar culpas públicamente contra los futbolistas. Así no se obtiene de ninguna manera un cambio a mejor. No es un estímulo, al contrario, es un factor de desestabilización para todos. En vez de movilizarlos positivamente lo único que está haciendo Escribá es traspasar su miedo e inseguridad a sus jugadores. A qué viene lo de Edgar Badía?? Son situaciones que solo se explican por la falta de previsión. Manifiesta en privado todo lo que quieras pero no des públicamente pie a encauzar desencantos sobre hombres que deben jugar en pocos días.



Yo también estoy enojado con muchas cosas. Pero ni son las formas ni mucho menos es el momento.

Y volviendo a Rigoni, alguien me puede decir cómo demonios reaccionará el vestuario ante esta inaudita campaña de desprestigio para un miembro de ese vestuario?? Creen que hay alguien con la suficiente categoría futbolística como para darle dos gritos y decirle a la cara que él es el culpable?? Hacemos, un juicio sumarísimo contra todos y cada uno? Matamos a Fidel y a Badía por la imbecilada del segundo gol en Huesca?? Crucificamos a los centrales, a todos, por haber permitido una docena de remates de tipos solos en el área pequeña??? Hay más de uno y más de dos que no han hecho bien su trabajo esta temporada.

Pero yo prefiero mantener la compostura y dar palabras de apoyo a los jugadores. También al cuerpo técnico. Transmitir confianza es el mejor activo que se puede sumar a fecha de hoy en el Elche CF.

El paisaje es feo, muy feo. La poquísima productividad de los franjiverdes en los últimos partidos obliga a una gesta casi imposible para poder salir airosos de esta temporada. Pero no llevemos a la hoguera a nadie todavía. No es la manera de apoyar en esta tesitura.


JP

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