CARTA
ABIERTA AL SR. FRAN ESCRIBA
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Querido sr. Escribá Segura:
En nombre propio y en el de
muchos aficionados, me dirijo a usted más que todo con el ánimo de hacer piña y
recordarle que la nación franjiverde está con sus jugadores, sus compañeros de
cuerpo técnico y particularmente con su persona. Precisamente usted mejor que
nadie sabe cómo este club peregrinó en hostiles desiertos casi un cuarto de
siglo hasta que usted se encargó de devolverlo a la élite hace ahora ocho años.
Huelga recordar el sentimiento de frustración ante las injusticias que hemos padecido
todos durante estos últimos años. Y ahora, de nuevo en la máxima categoría nos
resistimos a una resignación anunciada y volver a preocuparnos de otra
categoría inferior.
Insisto, en estos tiempos que
la cruda y triste realidad nos impone el purgatorio de gradas vacías, quiero
dejar claro nuestro máximo apoyo. Y, le voy a ser sincero, no soy yo uno de los
que se alegrara especialmente por su vuelta al banquillo del Elche CF. Pero por
mero detallismo táctico nada más, asunto que ahora mismo no puede significar
mucho. Pero, dicho esto, tal cosa no es óbice para transmitirle la mayor de las
confianzas.
Y justo ahora, a solo menos de
40 fechas del final de competición y ante la verdadera recta decisiva de la
liga, me parece oportuno enviarle un decálogo de solicitudes. Con el ánimo de
que usted las valore, si ha lugar. Tras la derrota en Huesca viernes pasado, la
decepción se ha adueñado de muchos seguidores y, de alguna forma, sería
deseable no solo la comunión entre todas las partes, sino también la reflexión
prospectiva.
Segundo.- Necesitamos coraje.
De la misma forma que lo anterior, el compromiso y el derroche de fuerzas y
ánimos es ahora más que nunca imprescindible. Por motivos que se me escapan,
durante toda la temporada hemos apreciado una puesta de forma física de
nuestros jugadores pésima, con un final de partidos muy limitados y muchas
lesiones musculares. Pues obvio es decirlo: ahora sin reservas, a tumba abierta
que se suele decir. Que no haya ni un solo balón que se quede sin disputa al
máximo. Y es el entrenador el que debe asegurar ese importante aspecto de sus
futbolistas.
Tercero. Sin miedos. Deje el
miedo en la caseta, sr. Escribá. Apueste por el fútbol de ataque. Sin
miramientos de probablemente dejar desnuda la defensa. Busque sin descanso la
portería rival. Disponga sus peones de tal forma que veamos salir en la
pantalla de televisión más al portero contrario y mucho menos a Edgar Badía.
Sería muy penoso perder partidos o dejar de ganarlos por haber puesto un
defensa más en vez de un delantero más. Ya hemos tenido experiencias recientes
muy desagradables en ese sentido. Que su equilibrio a partir de ahora se base
en una ecuación decantada hacia la delantera. Incluso preferiremos perder, si
se ha de perder, por 3-4 que por 0-1. Olvide el freno de mano. En nuestra
situación, ser prudentes…de acuerdo. Pero ser cobardes ya no sirve.
Cuarto. Refuerce la sala de
máquinas. Ningún extremo de los que tenemos sirve para hacer el papel de
distribución. No son centrocampistas, son gente de ataque que además solo
esperan que les llegue la pelota. Quizá Fidel Chaves en algún momento. A partir
de ahí, nuestro centro de terreno siempre está en inferioridad frente a los
contrarios con los buenos de Iván Marcone y Raúl Guti ejecutando un rol para el
que no están del todo bien definidos pero, que sobre todo, lo hacen demasiado
solos. Sin coberturas y principalmente, sin recursos para mover hacia adelante.
Es un catecismo que debemos seguir: compactos y con continuas opciones de
juego.
Quinto. Dinamice la delantera.
En algún momento, jugar a proponer centros sobre nuestros hombres-boya del
centro de la delantera ha funcionado. Pero la idea de lanzar balones largos y
altos para que Lucas Boyé tenga una iluminación divina y pueda gestionar algo
de peligro a partir de cazar algún balón no es una solución permanente ni mucho
menos sostenible. Faltan automatismos de ataque y de defensa en este equipo,
eso es claro. Pero por eso mismo, será imprescindible ganar espacios tanto en
las bandas como en el área rival para que eso se note menos. Y esos espacios
solo se podrán crear olvidando que los delanteros solo sean hombres parados. Movimiento,
ya de una vez. Circulación, por favor.
Sexto. Más fuertes en defensa.
Usted lo sabe perfectamente, amigo Fran: nuestra defensa es y ha sido un
desastre durante toda la temporada. Hemos tenido permanentemente agujeros de
todo tipo y por muchas alternativas que se han barajado y puesto en juego no se
da sensación de seguridad en ningún partido. Organice mejor la presión
defensiva en todo el campo. Potencie la anticipación. Que nuestro equipo no
parezca una serie de chicos pendientes del rival y que solo les persigan cuando
ya van un metro atrás. Si no aprendemos a dejar a cero la portería alguna vez,
será imposible hacer nada.
Séptimo. Stop a los inútiles
pases hacia atrás. Ya entendemos que el pase atrás es la derivada primera de no
saber qué hacer con la pelota. Pero para muchos jugadores se ha convertido en
un vicio. Aparte de que constituye como una especie de dejación de obligaciones
en la manera de eludir el afrontar el desborde o simplemente la mera
elaboración de jugada. Ya ha llegado el momento de decir basta a todo eso. Que
cada futbolista asuma que debe intentar aportar su dosis de contribución para
que el equipo llegue a portería contraria. No se gana nada en un carrusel de
pases sin sentido.
Noveno. Utilice a Víctor
Rodríguez y Nino. A muchos aficionados nos sorprende que estos dos futbolistas
sean tan poco utilizados. Son un activo de la entidad que no
se está aprovechando y por ende infravalorando. Y en las circunstancias
actuales quizá es tiempo de darles de nuevo responsabilidades en el juego del
equipo. No solo pueden aportar veteranía y galones, que serán muy útiles en
todos los terrenos, sino que además seguro que aportarán talento, del que
tampoco es que vayamos muy sobrados. En el final de temporada pasada fueron
fundamentales y se conocen de memoria lo que es jugar en 1ª División y jugar
con la amenaza del fracaso en la nuca. No sería desdeñable empezar a contar con
ellos, aunque fuera tarde.
Décimo. Los arbitrajes. Visto
lo visto, es muy claro que nadie nos va a regalar nada, mucho menos los
árbitros. Al revés, ya estamos comprobando que a la más mínima duda ningún
árbitro se va a pensar mucho decidir en nuestra contra. Es el síndrome del
pariente pobre. Por tanto, habrá que ser más listos en el desarrollo de los
acontecimientos de cada partido. No hay que dar opción a dudas en cada jugada.
Los balones divididos nos serán penalizados siempre. Habrá ceguera para las
acciones de los contrarios. Contemos con ello. Ni siquiera es aconsejable
confiar en las revisiones del VAR. Es la inercia de quien se ve perseguido
durante toda la campaña. Eso no va a cambiar precisamente ahora. Entonces pues,
mejor que cada acción nuestra sea bien fuerte y clara.
JOSE PASTOR
Por lo que comentas, seguro que tú con esta plantilla lucharías por el título liguero. Cuanto disparate junto!
ResponderEliminarOye, me halaga tu comentario. Señálame un solo disparate y te rebatiré. Así con descalificaciones a bulto...no sé cuál es tu propósito.
EliminarMuy buen análisis. Te felicito. Ánimo. A ver si damos más de aquí a lo que resta.
ResponderEliminarRemando juntos en la misma dirección. De eso se trata.
EliminarMuy buen análisis pero no creo que pierda el tiempo en leerlo
ResponderEliminarGracias por tu aportación. Pues en las actuales circunstancias yo oiría hasta lo que propusieran las hormigas del césped. Toda reflexión es importante.
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