O FORTUNA

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 Ya lo decía el célebre poema medieval goliardo, con el que Carl Orff iniciaba sus famosos Carmina Burana: O Fortuna, statu variabilis. En español, ‘Suerte, estado cambiante’. Porque este partido contra el Eibar en la dinámica ‘almironiana’ quizá lo hubiéramos perdido o empatado. Pero en este partido 700 en 1ª División, el del reencuentro con Escribá, la suerte cayó de nuestro lado. Estamos, pues, en un estado cambiante favorable.



Exactamente 120 días después, el Elche CF vuelve a ganar. Y este partido es el que era obligado ganar sí o sí, y se ha conseguido. A partir de estos tres puntos que saben a gloria, las consideraciones sobre el juego y los jugadores podrían quedarse en un segundo plano, porque ante la asfixiante carestía de puntos que los franjiverdes tenían, el volver a ganar les sitúa en un nuevo escenario que quizá pueda ser lo suficientemente positivo como para coger un impulso absolutamente necesario.

Hasta el gol de Dani Calvo, realmente nada de fútbol por parte ilicitana. Ese gol tiene dos protagonistas destacables: Antonio Barragán que coloca un centro preciso y Calvo que remata antológicamente. Buena noticia para ambos que se reivindican a nivel particular, que tal como están las cosas va a venir de perlas. Ya hemos hablado que es terriblemente importante levantar los ánimos de esta plantilla. Casi más importante que hacer fútbol.



Y es que parece que Escribá ha optado por darles un mensaje claro a sus jugadores: fácil y sin complicarse. Eso se traduce en un fútbol ramplón, hoy lo hemos visto. Los pecados y vicios del pasado no han desaparecido. Al contrario, hoy se ha comprobado una versión muy sucia con el trato de balón, sobre todo en la primera parte. Pero, en la segunda parte, el equipo ha evolucionado a mejor y eso es otra cuestión muy positiva con la que quedarse.

Los futbolistas siguen jugando con miedo y con dudas hacia cómo soltarse, sobre todo en el lado atacante. Y lo que resulta paradójico es que cuando se atreven y pierden las ataduras, da la sensación de que pueden jugar algo mejor y crear peligro en el área rival. Falta fuelle físico, eso es claro. Y quizá ese aspecto es dónde ir resulta dudoso porque no se cree en poder volver a tiempo. Las líneas rígidas tampoco ayudan, y esa sí es una inercia que habrá que solucionar. Pero para tener profundidad (y creatividad) es necesario soltar lastre. Y esta victoria puede ser algo sobre lo que construir mejores prestaciones.



En el mismo sentido, celebrar que algunos jugadores han completado un buen trabajo. Quizá Barragán ha hecho su mejor partido, Dani Calvo lo mismo, Iván Marcone ha estado mucho mejor que otros días y eso es vital para conseguir un buen equilibrio en el equipo. Incluso Morente ha estado en una línea más aceptable. Todo eso en una atmósfera de más solidaridad entre el grupo.

Es cierto que falta pegamento en la disposición táctica. El equipo debe estar más junto y poder elaborar un fútbol más fluido. Pero me da la impresión que hay una solidez defensiva algo más visible. O al menos el Eibar ha dominado pero sin agobiar a nuestra defensa en ningún momento. Y posiblemente, si somos justos, el Eibar ha jugado más que nosotros en los dos partidos…que les hemos ganado. Y será mejor admitirlo sin ambages: la calidad técnica de nuestra plantilla no es la adecuada. Luego… habrá que utilizar otras armas para continuar en la lucha.



Personalmente espero que la Fortuna esté de nuestro lado a partir de ahora. Pero, ya lo sabemos, a la Fortuna hay que ayudarle. Y cuanto mejor se juegue, más posibilidades de que esa suerte nos sonría se tendrá. Pero, lo importante de verdad, hoy ha vuelto la ilusión.


JP

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