EL AÑO DEL TRASVASE ATLANTA

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 El Granada CF en Elche

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El Granada ha sido un rival habitual en todas las categorías con el Elche CF. Un total de 23 visitas nazaríes en Liga., con un balance de 10 triunfos locales, 8 empates y 5 partidos ganados por el Granada. En 1ª División, solo 11 partidos, con igualdad total: 4 victorias por equipo y 3 empates. El partido que hoy recuperamos es el de la temporada 1974/75, disputado en fecha 16 marzo de 1975 en la jornada 24 y con victoria del Elche por 2-1.

En la anterior temporada, la del retorno a 1ª, la directiva encabezada por Martínez Valero retuvo a Roque Olsen al frente del equipo, que consiguió mantenerse en la categoría, pero con muchísimos apuros. Para el nuevo curso, se miró al otro lado del Atlántico, como tantas veces, y se encontró al técnico adecuado: Nestor ‘Pipo’ Rossi. Un hombre importante en Argentina, donde entrenó a los dos grandes, Boca y River, y a ambos hizo campeonar, pero también a otros. Incluso años atrás había tenido un primer contacto con la liga española, precisamente con el Granada, con el que consiguió la permanencia. Ese verano de 1974, aparte de la enfermedad del general Franco, una de las noticias de primera plana era la iniciación de construcción de las infraestructuras para el trasvase Tajo-Segura, que se había aprobado años antes y que por fin parecía tomar cuerpo. Pero con la llegada de Rossi, el Elche realizó otro tipo de trasvase que habría de marcar una buena época: el proveniente del Club Atlético Atlanta.



Los ‘Bohemios’, como así se le conocía al Atlanta, era un equipo menor de la liga argentina, situado en Villa Crespo, en la zona centro de Buenos Aires. A principios de los 70 tendría una época dorada, llegando a alcanzar, con Néstor Rossi al mando, el tercer lugar del campeonato nacional, su mejor gesta hasta la fecha. Cuando un año más tarde, Rossi abandona River Plate para venir al Elche, el Pipo vuelve sus ojos a su Atlanta, necesitado económicamente, y se trae para Palmeras a sus dos mejores elementos: Juan Antonio Gómez Voglino, un centrocampista totalmente hecho y que había sido máximo goleador del campeonato argentino y Rubén Cano, un delantero centro de 23 años que había completado un par de temporadas buenísimas.



Recordemos que en aquel entonces sólo se permitía 2 plazas de jugadores extranjeros por equipo. El Elche había tenido una pareja foránea de lujo la anterior temporada: el alemán Franz Hiller, muy buen jugador, y el Milonguita Heredia, cedido por el FC Barcelona. Ambos tuvieron que marchar y sus sustitutos fueron la dupla ‘bohemia’ Voglino-Cano. Además, también vendría desde Atlanta el defensa Oswaldo Cortés, éste con plaza de jugador oriundo. Ellos fueron el sostén del conjunto ilicitano, enamorando a la parroquia desde el mismo día de su debut en la segunda jornada de competición, en la que se ganó en Altabix al At.  Madrid, reciente subcampeón europeo.

El Elche de esa temporada optó por ‘sudamericanizarse’, algo que le había funcionado de maravilla la década anterior y que completó con las altas, entre otros, del paraguayo Jorge Escobar, precisamente proveniente del Granada y el argentino Ramón Cabrero, del At. Madrid, aparte de los ya citados. Pero fue la especial química entre la dupla ‘bohemia’ lo que dio pulso y tono a los franjiverdes ese año.



Una de las secuencias que se repetiría bastantes veces esa temporada fue la de arrancada de Rubén Cano forzando penalty (los fabricaba muy bien) y que completaba Gómez Voglino desde los doce pasos. Ese partido contra Granada fue el ejemplo representativo de tal acción. De facto, Rubén Cano adelantó al Elche mediada la primera parte. Ese habría de ser un gol histórico pues se trataba nada más y nada menos que del gol 500 en 1ª División del conjunto ilicitano. Empató antes del descanso Félix Lorenzo para los andaluces y la jugada esperada fue la primera del segundo tiempo. Como habitual, Cano provoca penalti que anota Voglino, el gol 501. Aquel fue un partido de amplio dominio ilicitano que, en algún momento se convirtió en un atractivo ida y vuelta que solo sirvió para comprobar que la victoria local fue en definitiva corta. Las ocasiones de gol fueron numerosas para el Elche CF que pudo golear. Solo la gran actuación del meta visitante Izkoa y, en general, de toda la defensa granadina, liderada por el uruguayo Montero Castillo, evitó un marcador más amplio.



Aquel enconado pero vistoso encuentro entre ilicitanos y granadinos fue, de alguna manera, el paradigma de un año de buen fútbol, ofensivo y valiente por parte de los nuestros.

Era aquella una competición de liga bastante igualada, mucho más de lo habitual. Tanto es así que ese triunfo del Elche le sirvió para afirmarse en la zona de   permanencia e incluso, a final de año, aspirar a algo más. Se llegó al último partido con opción nítida de asegurarse plaza europea. Ese último partido fue en Alicante contra el Hércules, pero, en un partido bronco, se perdió.  



Nestor Rossi solo estuvo en el Elche CF aquella temporada y el principio de la siguiente, donde fue cesado a los dos meses de competición tras perder en Altabix contra el Betis. Su equipo hacía goles, pero resultados mandan.  Hombre bonachón y muy extrovertido, entrenaría posteriormente en Colombia, donde era más que un ídolo, y de vuelta en Argentina, pero sin cosechar ya los grandes éxitos de antaño. Su último club al que entrenó fue, otra vez, Atlanta. Falleció, perdido en demencias seniles, a los 82 años, en 2007. 

Pero para los seguidores bohemios, desde aquel verano de 1974, su segundo equipo, ahora en España, es el Elche CF.


JP

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