BUSCANDO UN ALIENTO

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En un partido agonístico, el Elche CF forzó las tablas ante el todopoderoso y en racha R. Madrid.  Dadas las circunstancias, podemos hablar de un muy buen punto. Trabajado y escriturado en cada segundo y en cada metro que la pelota recorría. Hombre por hombre se ha luchado en paridad de nivel y el sabor del resultado quizá de unas excelentes fuerzas para seguir avanzando en la tabla clasificatoria.

La alineación franjiverde, por fin, ofrecía un buen elenco de centrocampistas. Situar a Marcone-Guti-Víctor Rocriguez, más Rigoni y Fidel en los costados era garantía de buen trato de la pelota. Ocurrió que el rival oponía la superioridad propia de tener a dos cracks como Toni Kroos y Luka Modric que, probablemente, son los dos mejores jugadores del mundo en su posición. Pero, al menos, las pocas veces que el balón caía en posesión del Elche, se sabía mínimamente qué hacer con él.

Y eso que tras encajar el primer gol del Madrid, había una laguna de juego. Ese sistema de 4-1-4-1, propone la perspectiva de acumular líneas de pase en ataque con la conducción hacia pasillos de ese mismo  ataque. Que eran contados, es preciso decir. El reverso de la medalla es conceder 70 metros al contrario. Nada nuevo en esta temporada. El Elche no presiona adelante. Probablemente por temor que un mínimo desequilibrio descomponga toda la defensa. Pero es que esperar tan atrás, sobre todo ante equipos de la categoría como el Madrid, tiene el mismo riesgo, pero mucho más cerca de área propia.

 Pero, afortunadamente, la historia de hoy era bien distinta por un ligero pero trascendental detalle: hoy el Elche, cuando lograba salir, amenazaba. Y no solo por el monumental partido que hoy ha hecho Lucas Boyé, sino porque tanto Fidel como Rigoni amenazaban de verdad. Atacar siempre ha sido una buena receta para defenderse, y más si restas recursos del rival. Así llegó el penalty a favor que concede el amigo Figueroa Vázquez, quizá con el peso en su conciencia de las ganas de pitar un penalti en contra que el VAR denegó, gracias al Cielo. Y Fidel es infalible.

El resto fue defender sin aliento. Pero con la capacidad de echar pelotas hacia adelante con sentido, hoy sí con sentido. Se podría haber perdido, desde luego, pero la forma en que en cada momento se afrontaba cada jugada era de un cariz de lucha asfixiante. Si tu rival no maneja la pelota cómodamente, tú ganas en confianza para arrebatársela. Y también ganas en confianza para poder generar la pausa necesaria para crear carreras que poder ganar, no carreras imposibles, como habíamos visto otros días.

El Madrid buscaba una y otra vez la fluidez que el Elche no le concedía. En un día que hasta los laterales han estado correctos. A Barragán se le siguen viendo carencias, incluso lentitud. Pero mira, hoy provoca un penalti que nos da un punto. Sánchez Miño mucho más entonado. En ningún momento le superaron en el uno contra uno. Y eso es una estupenda noticia.

Seguimos sin ganar, pero este punto es válido. Un punto diríamos que es hasta ilusionante. Hay muchas formas de empatar y ésta es una de las buenas. Sobre todo cuando se ve que todos los jugadores se dejaron sobre la cancha hasta el último aliento.

RV