(El Valencia CF en Elche)


LA GRAN TARDE DE JOHNNY REP

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Le costó al Valencia penetrar su cuchillo en la mantequilla del viejo campo de Altabix. De facto, sus primeras cinco visitas en Liga a Palmeras fueron todas derrotas. Luego mejoró bastante su registro de resultados en tierras ilicitanas, donde ha conseguido 7 matchs ganados de los 21 jugados en la 1ª División, más 3 empates, siendo 11 los triunfos locales. Pero si existe un partido que ha permanecido como inolvidable, ese fue el de aquella tarde de septiembre del 76 en que los valencianos ganaron por 1-4.



Recordemos el momento. Era la cuarta jornada de Liga y el segundo partido oficial en el recién inaugurado recinto, que entonces todavía se denominaba ‘Nuevo Estadio’, sin más. El Elche había salvado la piel in extremis en la última campaña en Altabix, de la mano de Marcel Domingo. Y para el estreno del nuevo coliseo, el club presidido por Manuel Martínez Valero quiso tirar la casa por la ventana y se acometió la construcción de un equipo potente, con la llegada de los argentinos Marcelo Trobbiani o Mario Finarolli y el extremo sevillano José Cristo, entre otros. Se contrató como técnico a otro argentino, Felipe Mesones, que había dirigido con éxito a Murcia o Tenerife. Pese a todo el boato y la expectación formadas, el equipo empezó la competición vacilante, sin victorias en los tres primeros partidos.

 

En frente venía el Valencia CF, cuya onda entonces era totalmente la contraria al Elche, pues llegaban como co-líderes. Era un Valencia que había contratado como entrenador a un viejo conocido nuestro, Heriberto Herrera y que, tras unas recientes campañas muy mediocres (tras la era de Alfredo Di Stefano al mando,  que les había reportado la Liga de 1970/71), se habían armado hasta los dientes para volver a la senda exitosa .Sus dos grandes novedades eran el paraguayo Carlos ‘Lobo’ Diarte, que llegaba desde el Zaragoza, y, sobre todo, Mario Kempes, argentino que provenía de Rosario Central y ostentaba ya entonces categoría de astro de nivel mundial.



 La tripleta ofensiva la completaba el holandés Johnny Rep, que cumplía la segunda campaña en tierras valencianas, tras llegar del célebre Ajax de Johann Cruyff y Rinus Miches, tricampeón de Europa a principios de década. Definitivamente, aquella delantera era poco menos que imparable. Asustaba. Y tal se dio en el partido de Elche. Podríamos haber titulado que fue la tarde de Diarte, que marcó dos goles. O Kempes, que anotó otro. Pero no, el gran protagonista del recital valencianista fue el holandés. Pude comprobarlo con mis propios ojos, aquella tarde, a pocos metros de la banda derecha donde se movía nuestro héroe. Aunque realmente este extremo podía adoptar cualquier puesto en ataque.

 

Cada balón que tocó Rep fue un auténtico problema para la defensa del Elche.  Además, su marcaje le correspondía a Alfonso Melenchón, un cartagenero que había llegado cinco años antes y rendía a gran altura como delantero, pero, ante la avalancha de hombres adelante, Mesones le reconvirtió en lateral (les suena esto, verdad). Aunque todavía no tenía asimilados del todo los mecanismos de defensa y claro, Johnny Rep era demasiado enemigo aquella todavía cálida tarde de primer otoño. 



 Este holandés tenía una visión de juego brillante. Su dribling era frenético y su velocidad y desborde absolutamente indefendibles. Creaba constantemente huecos en la defensa local y hacía que los demás elementos del ataque valencianista entraran por verdaderas autopistas abiertas hacia la portería del bueno de Díez Guilabert, titular aquel partido. De espaldas a portería siempre era una sorpresa y cuando encaraba no se alcanzaba siquiera ni a poder hacerle falta. En un partido en el que no pudo jugar el eje del equipo, Juan Gómez Voglino, el Elche no se encontró en ningún momento y Kempes y los suyos arrasaron, sobre todo en la segunda parte, aunque, todo hay que decirlo, el árbitro del día, un tal Carreira Abad, estuvo horrible y eso acabó de desquiciar a los blanquiverdes. Cabe destacar que todo el público, incluidos los miles de valencianos presentes en la grada, aplaudimos a rabiar a ambos equipos al finalizar la contienda.

 

El amigo Johnny Rep se fue al final de esa campaña. Un año que, pese al gran inicio que contamos, empeoró mucho para el Valencia CF a mitad de temporada, provocando que Manolo Mestre sustituyera a Herrera y teniendo que volver a conformarse con un rol de media tabla. El Elche, al contrario, enderezó el rumbo y acabó sin agobios la temporada, con un juego muy espectacular, quizá más que nunca, respondiendo así a las ilusiones de la afición.

 

Rep era un auténtico bonvivant, un dandy. Disfrutó la noche valenciana al máximo, como hacían también entonces sus compañeros. Puedo dar fe de ello. Todavía recuerdo a Marito Kempes pasándome a dos manos whiskeys desde la barra del pub ‘Mamá ya lo sabe’, que abriría en la zona universitaria de Valencia. Era como funcionaba el fútbol por entonces. Rep se marchó sorprendentemente al Bastia francés. Llevó a los corsos a conseguir el mejor éxito de su historia, cuando llegaron a la final de la Copa UEFA. Luego desembocó en un Saint-Etienne, siempre en la liga francesa, donde coincidió con un tal Michel Platini . A su retirada, Rep entrenó equipos amateurs de su país.




 Así entonces, para dar validez a su excepcional categoría, Johnny Rep, como hemos visto, compartió delantera y grandeza con seguramente los tres mejores jugadores del mundo en aquella época: Cruyff, Kempes y Platini.


JP

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